Truco casero con sal para mantener los colores de tu ropa vivos

Generado por Dall-e

Por qué la ropa pierde su color

Muchos lo han notado: una camiseta o camisa nueva pierde intensidad después del primer lavado, e incluso puede manchar otras prendas. Esto ocurre con frecuencia en tejidos naturales como el algodón, el lino o la viscosa. La explicación es sencilla: el tinte no está bien fijado en las fibras y se desprende fácilmente con el agua. Afortunadamente, existe un método probado que ayuda a conservar los colores vivos: la sal común.

La sal como fijador natural del color

Este truco es conocido desde hace siglos. Los cristales de sal actúan como un mordiente natural, reforzando la estructura del tejido y ayudando a que el tinte se adhiera mejor a las fibras. Así, los colores permanecen intensos y la prenda conserva su aspecto original incluso después de varios lavados.

Cómo usar correctamente la sal

Para el remojo, disuelva unas dos tazas de sal gruesa (aproximadamente 400–500 gramos) en un recipiente con agua fría. Introduzca completamente la prenda y déjela en remojo durante 8 a 10 horas, preferiblemente durante la noche. Después, exprímala suavemente sin enjuagarla y lávela como de costumbre. Puede añadir una cucharada de sal directamente al tambor de la lavadora para potenciar el efecto.

Para tejidos delicados

La lana y la seda necesitan un tratamiento más suave. Use solo una taza de sal y reduzca el tiempo de remojo a 2–4 horas. De este modo, las fibras delicadas se mantienen intactas y el color queda bien fijado.

Cómo comprobar el resultado

Un test sencillo permite verificar si el color está fijado. Antes del remojo, coloque un pequeño trozo de algodón blanco o un disco desmaquillante sobre la prenda. Si después del tratamiento sigue blanco, significa que el tinte se ha estabilizado y ya no destiñe.

Un beneficio adicional: agua más suave

La sal no solo conserva el color, también suaviza el agua. Esto hace que la ropa salga menos arrugada y que los tejidos mantengan su forma y consistencia durante más tiempo.

Cuándo repetir el tratamiento

En el caso de tonos intensos como negro, burdeos, azul marino o rojo, se puede repetir el proceso dos o tres veces. Los siguientes remojos pueden acortarse a 4–6 horas.

Seguro y ecológico

Este método es completamente seguro, incluso para la ropa infantil o para quienes tienen la piel sensible. La sal es hipoalergénica, a diferencia de los fijadores químicos que pueden causar irritaciones. Tanto la sal común como la sal marina sin aditivos aromáticos funcionan igual de bien. Después del lavado, basta con secar la ropa de manera habitual, sin pasos adicionales.

Unas pocas cucharadas de sal pueden salvar tus prendas favoritas del desgaste del color y alargar su vida útil. Un truco casero simple y económico que demuestra que, a veces, la mejor solución para cuidar la ropa está justo en tu cocina.