Guía práctica para quitar cera de los muebles sin dañarlos

Generado por Dall-e

Cuando la cera se convierte en un problema

Velas, objetos decorativos o incluso un descuido con cera caliente pueden dejar marcas difíciles en muebles y encimeras. Intentar rasparlas o aplicar productos químicos agresivos suele empeorar la situación, dañando la superficie. La buena noticia es que existe una manera más simple y segura de resolverlo.

El frío como mejor aliado

La clave está en volver quebradiza la cera. El hielo se convierte en la herramienta ideal: al enfriarse, la cera se endurece y pierde adherencia, lo que facilita retirarla sin esfuerzo.

Paso a paso

  1. Coloque varios cubitos de hielo en una bolsa de plástico.
  2. Aplique la bolsa sobre la mancha de cera durante 5 a 10 minutos, hasta que se endurezca.
  3. Retire con cuidado la cera solidificada utilizando una espátula de plástico o una tarjeta vieja.
  4. Limpie los restos con un paño suave ligeramente humedecido en agua tibia o en una solución jabonosa suave.

Adaptar el método a cada superficie

Este procedimiento resulta seguro en la mayoría de las superficies duras: mesas, estantes, encimeras o muebles. En materiales delicados como tela o cuero conviene ser precavido. Lo recomendable es probar primero en una zona poco visible para asegurarse de que el frío no cause daños.

Un truco práctico para recordar

El frío no solo funciona con la cera. También resulta eficaz con otras sustancias pegajosas que se endurecen a bajas temperaturas. Un recurso sencillo que ahorra tiempo, protege los muebles y hace que la limpieza sea mucho menos complicada.