La leyenda de los poemas vendidos por kilo en Teherán

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Circula en internet una historia llamativa: en algún mercado de Teherán, cuentan, no se venden libros sino poemas, literalmente al peso. La escena se pinta sola: un comprador se acerca al puesto y el vendedor sirve versos como si fuesen fruta o especias. La imagen tiene un encanto oriental innegable, por eso engancha; aun así, queda en el aire una pregunta sencilla: ¿hay algo real detrás?

Una ciudad que de verdad valora la poesía

Teherán es una capital inmensa y vibrante donde la lectura y el amor por la literatura ocupan un lugar especial. Los poetas rozan el estatus de icono, y la gente conversa sobre versos con la misma naturalidad con la que comenta la actualidad. Muchos vecinos se animan a escribir, de modo que el interés por la poesía forma parte del tejido de la ciudad.

Uno de los grandes destinos para los lectores es el Tehran Book Garden. No es solo una tienda: es un amplio centro cultural con exposiciones, festivales y miles de títulos a la venta. Todo resulta moderno y acogedor. Y, sin embargo, nadie allí pesa poemas: en las estanterías hay libros, a secas.

¿Y qué pasa con los bazares?

Teherán está lleno de mercados. El famoso Gran Bazar parece ofrecer de todo, desde especias hasta alfombras, mientras que lugares más íntimos como el bazar de Tajrish marcan su propio ritmo. Aun así, ni las guías ni las fuentes locales registran rastro alguno de la poesía como mercancía, y menos aún vendida por gramos.

De vez en cuando aparecen puestos con libros antiguos o manuscritos, pero eso entra en el terreno de las antigüedades, no en sacos de versos a granel.

¿Leyenda o metáfora ingeniosa?

Algunos sitios en ruso dibujan escenas de mercados poéticos donde la gente incluso podría trocar un poema por una botella de agua. Mirado de cerca, suena más a imagen literaria que a un lugar que pueda ubicarse en el mapa de Teherán.

Hasta ahora, ningún reportaje, blog ni crónica cultural sobre la ciudad ha confirmado que exista un mercado de ese tipo.

¿Y si existiera en algún rincón?

Es fácil imaginar a amantes de la poesía reuniéndose en una calle tranquila o encuentros informales de escritores. En Irán pasan cosas así: se lee, se debate y se intercambian libros. Pero sigue sin haber pruebas de que, en algún punto de la ciudad, se venda poesía de manera literal.

Según el portal Turistas, el mito podría remontarse a una época en la que el papel en Irán —incluidos manuscritos antiguos— se entregaba para reciclaje por kilos. Tal vez poemas olvidados acabaron en esos montones, y ese detalle prosaico fue transformándose con el tiempo en una leyenda romántica sobre versos vendidos al peso.