Ideas para disimular el cuadro eléctrico en el pasillo: lienzo o marco con fondo

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En muchos pisos urbanos, el cuadro eléctrico queda a plena vista y rompe la armonía del pasillo. Cada vez más, los interioristas proponen no verlo como un defecto, sino como una oportunidad para sumar un acento visual con carácter.

Un cuadro en lugar de tapa: la opción sin marco

Una de las soluciones más cómodas es esconderlo tras un lienzo. La imagen se imprime y se tensa sobre un bastidor profundo, que deja el hueco necesario para ocultar la caja saliente.

El lienzo se sujeta con tornillos en L, de modo que el acceso al cuadro sigue siendo sencillo. El conjunto se ve limpio y encaja en interiores minimalistas y contemporáneos. Si cambia el ánimo, la imagen se sustituye sin esfuerzo: se puede renovar tan a menudo como se quiera, incluso cada mes.

Los diseñadores suelen aconsejar que las abstracciones y el arte gráfico disimulan mejor las irregularidades del muro y aportan profundidad a la composición.

Un marco con compartimento oculto: un doble fondo ingenioso

Otra vía es usar un marco con moldura de perfil en caja. Su profundidad suele superar el ancho del frente y crea una cavidad interior donde el cuadro eléctrico encaja con limpieza. La pieza se convierte en un marco-caja.

Este enfoque no solo oculta el elemento técnico, también suma función. En el interior de esa “caja” se pueden añadir ganchos para las llaves: un gesto práctico y ahorrador de espacio en un pasillo estrecho.

Se subraya su practicidad: lo utilitario queda oculto y la pared gana un objeto que cumple en varios frentes.

Tres reglas para un ocultamiento ordenado

  • Mide no solo la altura y el ancho del cuadro eléctrico, sino cuánto sobresale del muro.
  • Para la opción sin marco, elige un lienzo ligero para facilitar su retirada.
  • Ajusta el enmarcado al estilo del interior: moldura ornamentada para ambientes clásicos; marco depurado para esquemas nórdicos y modernos.

Por qué funciona la moldura de perfil en caja

Una profundidad de 4–6 centímetros es capaz de ocultar incluso montajes más voluminosos. Las paredes laterales del marco cubren las holguras y dan la impresión de que la obra queda enrasada con la superficie.

Esta opción admite marcos decorativos más pesados—de madera, metal o combinados. En interiores tipo loft, a menudo se recurre a un marco metálico negro y a pósteres de gráfica urbana. El cuadro eléctrico desaparece de la vista y, en su lugar, aparece un acento decorativo con fuerza.

Decoración con propósito

Ocultar el cuadro eléctrico reduce el ruido visual y añade un pequeño efecto sorpresa. Tratada así, esa zona se integra en la composición general sin pedir protagonismo. Según apuntan los diseñadores, estas técnicas son una forma inteligente de realzar los puntos fuertes del espacio y dejar los detalles técnicos fuera de foco. Y, al final, el ambiente se percibe más sereno.