Cómo limpiar y mantener encimeras de granito sin dañarlas

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Las encimeras de granito llevan tiempo siendo un clásico en las cocinas modernas. Se eligen por su durabilidad, su belleza natural y una vida útil prolongada. Aun así, la piedra agradece un trato cuidadoso. Algunos productos de uso doméstico pueden dañar el acabado, así que conviene saber qué le sienta bien al granito y qué no.

Lo básico sobre el material

El granito es una piedra natural compuesta por cuarzo, feldespato y mica. Esa combinación le permite resistir el calor, la humedad y algún que otro arañazo. Aun con esa fortaleza, el granito sigue siendo poroso. Las manchas pueden aparecer, sobre todo si el sellador se ha desgastado o no se limpian los derrames de inmediato. Un sellador reduce el riesgo, pero no actúa como un escudo total. La regla principal es sencilla: no dejar que la suciedad se quede. En la práctica, dejar pasar el tiempo suele ser el error que más se paga.

Limpieza cotidiana sin daños

Para el cuidado diario basta con un paño suave, agua tibia y una gota de jabón de platos. Este trío sencillo elimina la mayoría de las marcas sin forzar la piedra. Después de pasar el paño, enjuagar con agua limpia y secar a fondo. El agua puede dejar vetas y los restos de jabón, zonas opacas; un paño de microfibra seco soluciona ambas cosas. A veces se recurre a una mezcla 1:1 de alcohol y agua para refrescar la superficie y devolverle un brillo ligero. No hace falta complicarse más.

Cómo eliminar manchas sin perjudicar la piedra

Si aparece una mancha visible, una pasta de bicarbonato puede ayudar. Para manchas de grasa, se mezcla el bicarbonato con agua; para manchas acuosas, con peróxido de hidrógeno (agua oxigenada). Se extiende la pasta sobre la zona, se frota con suavidad y luego se enjuaga. Si la marca se resiste, se aplica la pasta, se cubre con film plástico, se sellan los bordes y se deja actuar toda la noche. Este método ayuda a extraer la mancha de los poros de la piedra. No es magia: es paciencia bien aplicada.

Qué evitar a toda costa

El vinagre, el jugo de limón y otros ácidos pueden grabar la superficie, especialmente si el sellador está comprometido. Los abrasivos también son arriesgados: pueden dejar rayones. Los limpiadores con amoníaco, lejía o disolventes tampoco resultan adecuados. La apuesta más segura sigue siendo la más simple: agua tibia, jabón suave y un paño blando.

Cómo alargar la vida de la encimera

Para que el granito luzca en su mejor versión, unos hábitos marcan la diferencia:

  • volver a sellarlo periódicamente;
  • usar salvamanteles para el menaje caliente;
  • poner posavasos bajo vasos y botellas de aceites;
  • evitar el contacto con cosméticos y líquidos que manchen;
  • mantener la arena y las partículas abrasivas fuera de la superficie.

Estos pasos ayudan a reducir la posibilidad de rayones y manchas y a prolongar la vida del sellador.

Cuándo compensa llamar a un profesional

Si las encimeras se instalaron recientemente o se ha entrado en una vivienda donde ya estaban, pedir consejo a un especialista puede resultar útil. Las tiendas de piedra pueden explicar la rutina adecuada para el tipo específico de granito y ayudar a elegir productos apropiados. Eso cobra especial importancia para limpiezas a fondo o cuando aparecen manchas difíciles. Un poco de guía a tiempo evita pasos en falso.