Conductor neutro en casa: por qué falla y cómo evitar daños
Descubre por qué falla el conductor neutro en redes domésticas, los riesgos de sobretensión por neutro abierto y qué protección elegir para evitar daños.
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En las redes eléctricas domésticas, el conductor neutro es el que falla con más frecuencia. Los electricistas lo consideran uno de los quebraderos de cabeza más habituales en edificios de apartamentos. La causa no se limita a la calidad de la instalación: también influye el reparto de cargas en sistemas monofásicos y trifásicos.
Cómo funciona una red trifásica
En condiciones ideales, las tres fases comparten la carga de forma uniforme. Con el consumo equilibrado, el neutro casi no interviene: las corrientes de fase se cancelan entre sí, de modo que el neutro apenas recibe carga.
A los manuales les encanta esa simetría. El cableado real, sin embargo, rara vez se comporta con tanta docilidad. Cada fase termina cargándose de manera distinta: los electrodomésticos se encienden y apagan en momentos imprevisibles, las líneas se desequilibran y el consumo irregular altera las relaciones entre fases. En ese escenario, las tensiones se vuelven interdependientes: lo que ocurre en una fase salpica a las demás.
Por qué el neutro casi no trabaja en montajes trifásicos
En la industria, los equipos suelen utilizar las tres fases de manera similar durante el funcionamiento normal. Las corrientes de fase son próximas y el neutro queda en segundo plano, salvo en los arranques o cuando se conectan pequeños receptores monofásicos. Por eso, en redes industriales es frecuente ver cables con un neutro de menor sección, como SIP-2 3×120+1×95. Es una optimización deliberada; no significa que el neutro sea intrínsecamente más débil.
También existen configuraciones inversas —por ejemplo, SIP-2 3×25+1×35— en las que el neutro es más grueso que los conductores de fase. Se recurre a ellas cuando el neutro debe soportar una carga superior.
Por qué el neutro trabaja más en viviendas
En redes monofásicas la historia cambia. El neutro siempre está en juego, y su carga viene determinada por la suma de corrientes que llegan desde distintos pisos y fases. Los hogares no consumen al unísono: un apartamento puede estar casi parado mientras otro exprime la instalación. Como resultado, el neutro a menudo conduce una corriente igual a la de la fase e, incluso, superior.
Cuando la columna montante está muy desequilibrada, el neutro apenas se enfría entre picos. Eso lo vuelve más vulnerable, en especial en los puntos de conexión.
Suma de corrientes: por qué la aritmética simple no sirve
Una confusión habitual es pensar que las corrientes de fase se suman directamente. En realidad, se combinan de forma vectorial, con un desfase de 120 grados. Si las fases están equilibradas, la corriente por el neutro tiende a cero. Pero en cuanto el equilibrio se rompe, la corriente en el neutro sube. Es el pan de cada día en redes domésticas, donde las cargas cambian constantemente.
Por qué el neutro se quema con más frecuencia
Tanto los conductores de fase como el neutro pueden fallar, pero en la práctica el neutro da problemas más a menudo. Los motivos principales incluyen:
- mala calidad de los contactos, sobre todo en uniones cobre–aluminio;
- protecciones inadecuadas que no detectan sobrecargas reales;
- reparto desigual de fases, habitual en edificios plurifamiliares;
- falta de mantenimiento en cuadros eléctricos, donde las conexiones se aflojan con el tiempo.
Rematar correctamente y dar servicio a tiempo reduce el riesgo de forma drástica. Los profesionales engastan con casquillos y evitan pares galvánicos incompatibles.
Cuando el neutro falla aguas arriba del piso
Si el neutro se interrumpe dentro de la vivienda, lo habitual es que todo se quede sin tensión. Pero si ocurre en el cuadro del edificio o del lado de la distribuidora, las consecuencias se agravan. Un neutro abierto puede provocar una sobretensión de hasta 380 V, suficiente para dañar la electrónica doméstica, desde frigoríficos hasta televisores. La protección ayuda: un relé de control de tensión desconectará la alimentación ante valores peligrosos, mientras que un estabilizador puede atenuar parcialmente la sobrecarga según el modelo.
Un neutro abierto no es un accidente fortuito ni un fallo misterioso. En redes domésticas trabaja más que la fase, y las sobrecargas, uniones débiles y cargas desequilibradas lo convierten en el eslabón frágil. Comprender cómo está montada la red —y elegir la protección adecuada— reduce el riesgo y evita reparaciones caras de los electrodomésticos.