Dieta y longevidad: qué comen los centenarios en Japón, Italia y España

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En algunos países, la longevidad parece casi un rasgo nacional. Japón, Italia y España ocupan de forma habitual los primeros puestos en las clasificaciones mundiales por número de personas que han superado los 100 años. Japón supera las 70.000 personas centenarias, Italia ronda las 20.000 y España supera las 10.000.

Entre los españoles, el récord pertenece a María Branya, que vivió hasta los 116. En Japón, Jiroemon Kimura alcanzó la misma edad, mientras que en Italia Emma Morano llegó a los 117. Pese a las diferencias culturales, estos hombres y mujeres longevos comparten hábitos de alimentación llamativamente parecidos: sencillos, accesibles y probados por el tiempo. Más costumbre que misterio.

Japón: comer sin prisas

El país del Sol Naciente lleva mucho tiempo asociado a una forma de vida atenta. La población apuesta por una dieta construida a partir de alimentos ligeros y naturales.

Pescado y marisco

En la mesa japonesa abundan los pescados ricos en ácidos grasos omega-3, que ayudan a cuidar el corazón y los vasos sanguíneos.

Alimentos fermentados

Miso, salsa de soja, kimchi y otros fermentados facilitan la digestión y contribuyen a reforzar el sistema inmunitario.

Té verde

Esta bebida apreciada por su alta carga de antioxidantes se toma a diario y en pequeñas cantidades.

Verduras y frutas

La cocina japonesa se apoya en productos de temporada, ricos en vitaminas y fibra.

Arroz

Un básico sencillo y saciante que sigue siendo la columna vertebral de la mesa. Fácil de digerir y compatible con casi cualquier plato.

Italia: costumbres que moldean la salud

La dieta mediterránea se considera una de las más equilibradas, y los italianos han transmitido sus principios de generación en generación.

Aceite de oliva

Presente en ensaladas, pasta y platos calientes. Se valora por sus grasas insaturadas y su efecto suave sobre los vasos sanguíneos.

Pasta

Se come a menudo, pero en porciones moderadas. Aporta energía y una fibra útil.

Tomates

Frescos o guisados, los tomates son ricos en licopeno, un compuesto que ayuda a proteger las células del organismo.

Queso

La proteína y el calcio convierten al queso en una pieza importante del menú italiano: aparece tanto en el día a día como en las celebraciones.

Pescado

La cercanía al mar sostiene la costumbre de comer pescado fresco, cargado de vitaminas y omega-3.

España: cocina sencilla con carácter

Los centenarios españoles confían en alimentos que forman parte de la cultura culinaria local desde hace siglos.

Aceite de oliva

Se usa con la misma intensidad que en Italia y sostiene la célebre dieta mediterránea.

Pescado

En un país bordeado por dos mares, resulta difícil imaginar la mesa sin marisco y pescado. Sigue siendo una fuente de proteína accesible y popular.

Frutas y verduras

Los productos frescos forman parte del menú diario, ayudan a mantener un peso saludable y aportan vitaminas esenciales.

Vino tinto

Su consumo moderado se asume tradicionalmente como parte de la cultura local, con antioxidantes naturales en la copa.

Ajo

La cocina española sería impensable sin él; al ajo se le atribuyen propiedades antibacterianas y antiinflamatorias.

Rasgos compartidos de una longevidad saludable

Llama la atención que los menús de los tres países se parezcan tanto: dominan el pescado, las verduras, el aceite de oliva, las bebidas naturales y los productos de temporada. Cada nación está marcada por la vida junto al agua, con mares y océanos que condicionan sus tradiciones culinarias y el pulso cotidiano. Vista en conjunto, esta mezcla de clima templado, movimiento habitual y una comida directa —sin artificios— parece ayudar a alcanzar los cien y, con suerte, a rebasarlos.