Cómo limpiar persianas de aluminio, madera, vinilo y tela

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Las persianas protegen del sol, aportan confort y, como era de esperar, son el primer imán del polvo. La suciedad que casi no se ve se acumula más rápido de lo que parece, así que el mantenimiento regular es clave. Cada material pide su propia táctica: no hay un método único que lo resuelva todo. Esta guía paso a paso ayuda a limpiarlas con rapidez y sin riesgos.

Cada cuánto limpiar las persianas

Un repaso semanal es una base sólida para cualquier sistema: basta con pasar el aspirador con un cepillo suave por las lamas. Una vez al mes, limpia cada lama por ambos lados con un paño de microfibra. La limpieza en profundidad conviene hacerla cada seis meses o cuando haga falta. Con un manejo cuidadoso, las persianas pueden durar décadas, aunque la garantía cubra solo unos años.

Qué preparar antes de limpiar

Para una limpieza eficaz, ten a mano:

  • un aspirador con cepillo suave;
  • paños de microfibra;
  • lavavajillas;
  • agua tibia;
  • bicarbonato de sodio.

Si no hay microfibra, sirve un calcetín viejo o un guante de algodón.

Cómo limpiar persianas de aluminio, vinilo y madera

  • Baja las persianas.
  • En los modelos de madera y de imitación de madera, ciérralas por completo.
  • En aluminio y vinilo, inclina ligeramente las lamas.
  • Trabaja de arriba abajo. Retira el polvo con microfibra o con el aspirador a la potencia más baja para evitar rayones.
  • En persianas horizontales, cambia el sentido: limpia de derecha a izquierda o al revés.
  • El aire frío de un secador ayuda en las zonas difíciles.

Si la limpieza en seco no basta, pasa suavemente un paño de microfibra apenas humedecido. Seca enseguida, sobre todo la madera.

Limpieza profunda de las persianas de cocina

En la cocina, las lamas acumulan no solo polvo, también grasa, así que requieren un enfoque ligeramente distinto.

El orden es el siguiente:

  • Aspira a fondo primero.
  • Llena la bañera con agua tibia, añade unas gotas de lavavajillas suave y una taza de bicarbonato.
  • Sumerge las persianas durante una hora.
  • Enjuaga con agua limpia.
  • Escurre el exceso y cuélgalas para que se sequen.

Si las lamas han perdido brillo, puede que sea por decoloración solar. Para devolver el blanco, sumérgelas brevemente —no más de 10 minutos— en agua fría con lejía líquida y enjuágalas a conciencia.

Cuidado de las persianas de madera

  • La madera no tolera el exceso de humedad.
  • Pasa cada lama solo con una toalla seca, prestando atención a los bordes.
  • No sumerjas las persianas de madera. Los sprays para madera tampoco son recomendables: pueden dejar una película pegajosa que atrae el polvo con rapidez.

Cómo cuidar las persianas de tela

Los modelos de tela son los más delicados. No los empapes ni frotes con materiales abrasivos.

  • Herramientas adecuadas:
  • un accesorio de aspirado para tapicerías;
  • un paño suave de microfibra;
  • una solución jabonosa suave.

Paso a paso:

  • Baja las persianas.
  • Retira el polvo con un cepillo suave.
  • Revisa los paneles en busca de manchas.
  • Prepara una solución tibia con una pequeña cantidad de detergente.
  • Seca la mancha con toques suaves: no frotes.
  • Para manchas persistentes, usa una mezcla de agua y bicarbonato.
  • Enjuaga con agua limpia.
  • Deja secar.

Conviene tratar las manchas cuanto antes: así se reduce el riesgo de daños o cercos.