16 plantas de interior para decorar tu casa en Navidad

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El ánimo festivo no se limita a guirnaldas y bolas. Las plantas vivas aportan tanto espíritu como cualquier adorno y, además, se quedan en casa cuando pasa la fecha. Muchas especies de interior toleran sin drama el aire seco y despliegan su mejor paleta precisamente en diciembre.

Plantas que traen las fiestas a casa

Repártelas desde la entrada hasta el dormitorio: funcionan como acentos, suman color y actúan como decoración natural sin exigir cuidados complicados.

Araucaria — el árbol de Navidad de interior

Conocida a menudo como un pino en maceta, su copa piramidal la convierte en sustituta natural del árbol clásico. Prefiere temperaturas frescas y luz difusa, y los adornos ligeros se posan con naturalidad en sus ramas.

Poinsettia — el emblema de las celebraciones invernales

Sus brácteas rojas la vuelven protagonista de la temporada. Si se compra en noviembre, mantiene el brillo hasta Año Nuevo. En una maceta de cerámica con borde dorado luce especialmente ceremonial.

Decembrist — un invitado de la infancia

Florece en invierno y abre flores delicadas, rosadas y blancas, justo a tiempo para la noche festiva. En una maceta colgante crea el efecto de una guirnalda viva.

Kalanchoe — un acento luminoso

Sus grandes ramilletes y el follaje verde y denso realzan el paisaje invernal tras la ventana. La variedad de flores rojas recuerda especialmente a las bayas navideñas.

Cyclamen — el aroma sutil de las tardes de invierno

Las flores violetas, rojas y blancas aportan un aroma sutil a la estancia. En el alféizar, junto a unas velas, el cyclamen se convierte en una pequeña viñeta invernal.

Chlorophytum — un cielo estrellado vivo

Sus hojas largas y arqueadas y los hijuelos colgantes son una base natural para mini-guirnaldas. Encaja bien en la cocina o en el comedor.

Rosemary — aroma de fiesta

Sirve como decoración y como condimento. Si se forma en cono y se adorna con cintas, se convierte en un acento festivo y fragante.

Spathiphyllum — un símbolo blanco de calma

Sus flores recuerdan velas de luz y crean una sensación de pureza. Ideal para el salón, especialmente junto a velas y piedras decorativas.

Dracaena — una versión tropical del árbol festivo

Planta alta, de hojas en niveles. En un jarrón grande y vestida con hilos nacarados, se convierte sin esfuerzo en el punto focal.

Asparagus — una nube verde y aérea

Sus frondes delicados sostienen copos de papel, pequeñas bolas o flores secas. Queda muy bien en el recibidor y en estanterías abiertas.

Hippeastrum — un estallido vistoso de fiesta

Uno de los floridores invernales más llamativos. Un bulbo plantado en noviembre abre flores grandes justo a tiempo para Año Nuevo.

Sansevieria cylindrica — minimalismo invernal

Sus hojas erectas y tubulares recuerdan una instalación verde contemporánea. Unas cintas plateadas subrayan sus líneas gráficas.

Ivy — un adorno clásico del invierno

Sus lianas forman con facilidad composiciones alrededor de espejos, marcos y puertas. Las bayas aportan un toque de brillo, pero conviene usar solo las artificiales.

Ficus benjamina — un árbol de los deseos viviente

El tronco puede envolverse con una tira LED y la copa formarse en un cono pulcro. El resultado es un símbolo invernal familiar y acogedor.

Rex begonia — una pieza de arte natural

Los dibujos plateados de sus hojas parecen una solución de diseño ya hecha. Ideal para quien busca un destello de brillo sin añadir adornos.