Cómo limpiar las zonas más olvidadas del hogar: guía práctica

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Hay tareas que parecen resueltas a primera vista, pero el verdadero desorden se esconde donde casi nunca miramos. Con unos cuantos gestos sencillos —sin herramientas especiales— la diferencia se ve y, de paso, te ahorras frotar más de la cuenta.

Depósito del inodoro: donde se acumula

Mucha gente limpia la taza, pero rara vez se asoma al depósito. El agua de calidad media o pobre deja sedimentos, cal y óxido en las paredes internas. Para acceder, retira el botón de descarga; en los sistemas empotrados puede costar un poco más.

Una mezcla de 1 litro de agua tibia y 100 gramos de ácido cítrico ayuda a disolver los depósitos. Viértela en el depósito durante 1–2 horas —o, mejor, déjala toda la noche—. Luego repasa las paredes con un cepillo de mango largo y aclara a fondo, accionando el flotador y el mecanismo de descarga para que no quede solución.

El resultado se nota: agua clara en cada descarga y un inodoro presentable durante más tiempo.

Desagüe del lavabo: suciedad escondida

Aunque la superficie del lavabo luzca impecable, bajo el sifón suelen acumularse grasa y mugre. Para llegar a esa capa, afloja el tornillo que sujeta el desagüe, sujetando la rejilla con la mano para que no caiga. Limpia cada pieza, incluidos los rincones incómodos, y vuelve a montar el conjunto.

Este gesto favorece la higiene y ayuda a mantener a raya los malos olores.

Horno: cómo alcanzar las zonas difíciles

Entre los cristales de la puerta del horno se acumula mucha suciedad. Para limpiarla en condiciones, abre la puerta por completo, libera los seguros de las bisagras y desmonta la puerta con cuidado. Con los cristales fuera, todas esas áreas ocultas son fáciles de alcanzar y lavar.

Vuelve a colocar la puerta, comprobando que todo encaje bien. Así la próxima vez habrá menos trabajo y el horno se mantendrá limpio por más tiempo.

Cepillo de la aspiradora: polvo y pelo

Los accesorios de la aspiradora tienden a atrapar polvo y pelo. Retira la tapa superior con un destornillador para despejarlos. Después de la limpieza, vuelve a encajar las piezas.

Hacerlo con regularidad mejora el rendimiento de la aspiradora y alarga su vida útil.

Debajo de los muebles: un modo fácil de llegar

Limpiar bajo sofás, cómodas y el frigorífico es complicado. Una pequeña hendidura en una esponja, con un palito de madera insertado, la convierte en una herramienta de perfil bajo que alcanza el suelo bajo los muebles pesados sin moverlos.

Este truco aligera la tarea y arrastra ese polvo que suele quedar olvidado.

Atascos en el baño: el pelo, el sospechoso habitual

El pelo es la causa más común de los bloqueos en el baño. Para extraerlo, usa un trozo de alambre doblado en forma de gancho o improvisa una herramienta con una botella de plástico. Despejar las tuberías con frecuencia ayuda a que el agua escurra más rápido y mantiene a raya los olores.

La limpieza del hogar se decide en los detalles. El depósito del inodoro, el desagüe del lavabo, la puerta del horno, el cepillo de la aspiradora y el suelo bajo los muebles son los lugares que más se olvidan. Un puñado de trucos sencillos los mantiene a raya y ahorra tiempo y esfuerzo.