La Gran Muralla Siberiana: quién la construyó y por qué

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En lo profundo de Transbaikalia se estira una tenue cadena de terraplenes y fosos. Los lugareños la llaman la Gran Muralla Siberiana, pero pocos pueden explicar por qué se construyó o quién la levantó. Su historia se fue escurriendo entre los siglos y ha sobrevivido sobre todo como apuntes dispersos en relatos de antiguos viajeros.

Una muralla ignorada durante mucho tiempo

Ya en el siglo XVIII los investigadores escribían sobre esta estructura inusual. Entre ellos figuraba el historiador alemán Gerhard Miller, uno de los cronistas más atentos de Siberia. En sus notas mencionó una larga línea de tierra, aunque no la presentó como un gran hallazgo. Con el tiempo algunos críticos sostuvieron que ocultó la historia de la muralla, si bien nunca aparecieron pruebas que respaldaran esa acusación.

Hoy el tramo conservado se prolonga unos 700 kilómetros. Los terraplenes quizá alcanzaron en su día hasta ocho metros de altura, pero el tiempo no perdona: en algunos puntos apenas se elevan entre un metro y metro y medio sobre el suelo.

Quién levantó esta línea defensiva

No hay una sola respuesta. Arqueólogos e historiadores manejan varias versiones y ninguna ha sido demostrada de forma concluyente.

Primera versión: los kitanes

Estas tribus mongólicas fundaron el imperio Liao y controlaron territorios desde Mongolia hasta el norte de China y Transbaikalia. La muralla pudo servir como escudo frente a los mongoles buriatos que vivían más cerca del lago Baikal.

Segunda versión: los mongoles buriatos

Otra visión sitúa las fortificaciones antes del auge de Gengis Kan. Las tribus buriatas podrían haber reforzado la frontera para protegerse de grupos vecinos.

Tercera versión: los chinos

Algunos plantean un vínculo con la tradición china de levantar líneas defensivas. Sin embargo, no se ha encontrado una prueba directa. Con todo, los investigadores coinciden en un punto: se trataba de una instalación militar concebida para resguardar un territorio vasto.

Por qué la muralla se borró de la memoria

Las tierras que atraviesa cambiaron de manos más de una vez: pasaron del imperio Jin al estado mongol y, más tarde, a los cosacos rusos. Cada nuevo poder impuso sus prioridades y la vieja fortificación fue perdiendo su función.

Con el tiempo los terraplenes se asentaron, se cubrieron de hierba y se confundieron con el paisaje. No se conservaron documentos sobre el periodo de construcción. Como resultado, la Gran Muralla Siberiana sigue siendo en gran medida desconocida para el público general. Los especialistas siguen debatiéndola e intentan recomponer su historia a partir de huellas fragmentarias.

Una memoria que merece ser recuperada

Para Transbaikalia, esta estructura forma parte del terreno cotidiano, aunque su pasado plantea más preguntas que respuestas. Con la atención adecuada, podría convertirse en un hito visible de la historia regional. Por ahora, la mayor parte del trabajo recae en los especialistas, y el público más amplio se entera de la muralla solo por publicaciones esporádicas. Cuesta sacudirse la sensación de que la región está sentada sobre una historia que aún espera ser contada.