Cómo reparar agujeros pequeños, medianos y grandes en la pared

Generado por Dall-e

Aunque se cuide el interior del hogar, es normal que con el tiempo aparezcan agujeros en las paredes. Afectan la estética de la habitación y pueden convertirse en un punto donde se acumula polvo o incluso insectos. Una guía clara, paso a paso, facilita recuperar la superficie de manera rápida y eficaz, sin importar el tamaño del daño.

Agujeros pequeños

Las aberturas pequeñas provocadas por tornillos, clavos o tacos —de hasta unos 1,5 cm— son las más sencillas de reparar.

  • Limpiar los bordes del agujero y retirar las migas de yeso suelto.
  • Lijar ligeramente la zona para suavizar la superficie.
  • Pasar un paño húmedo.
  • Aplicar la primera capa de masilla con una espátula, dejar que se seque y lijar hasta nivelar.
  • Si es necesario, repetir el proceso una o dos veces más con capas finas.
  • Tras el lijado final, la superficie queda lista para pintar.

Agujeros medianos

Las aberturas de hasta unos 15 cm requieren un parche de yeso y una cinta de malla para reforzar.

  • Limpiar la zona de reparación y dejarla nivelada.
  • Cortar un trozo de panel de yeso del tamaño adecuado e insertarlo firmemente dentro del agujero.
  • Colocar cinta de malla sobre las uniones para reforzar la estructura.
  • Extender masilla sobre la superficie y dejarla secar.
  • Una vez seca, lijar y aplicar pintura.

Este método permite restaurar la pared sin crear protuberancias.

Agujeros grandes

Los daños más amplios exigen mayor atención. Aunque recurrir a un profesional puede parecer más sencillo, es posible realizar la reparación por cuenta propia.

  • Dar forma uniforme al agujero con un cúter, retirar los restos y suavizar los bordes con lija.
  • Preparar una base: insertar una pieza de madera contrachapada que sobresalga 2–3 cm del perímetro y fijarla con tornillos.
  • Cortar un parche de panel de yeso que coincida con la abertura, manteniendo intacta la capa frontal de papel.
  • Aplicar la primera capa de masilla en los bordes del agujero y en la parte posterior del parche, y colocarlo en su sitio.
  • Cuando se seque, añadir una segunda capa de masilla más ancha —2–3 cm adicional— y alisar cuidadosamente.
  • Finalizar con un lijado ligero, un paño húmedo, imprimación y pintura.

Siguiendo estos pasos, incluso los agujeros de mayor tamaño pueden disimularse eficazmente sin necesidad de rehacer toda la pared.