Las mejores temperaturas de lavado para una ropa de cama duradera

Generado por Dall-e

Incluso la ropa de cama recién lavada puede perder suavidad, color o forma si se utiliza un programa inadecuado. Para que cada juego conserve su aspecto y su tacto, la temperatura adecuada resulta fundamental. A continuación, una guía clara con los ajustes ideales para los tejidos más habituales.

Algodón y materiales similares

En el caso del algodón, la percala, el satén, la popelina o la muselina, una temperatura cercana a los 40 °C funciona muy bien. Es un programa estándar, lo bastante suave para las fibras y práctico para el lavado frecuente.

Ropa de cama blanca de algodón o lino

La ropa de cama blanca de algodón o lino puede lavarse a 60 °C e incluso a 90 °C. Las temperaturas más altas eliminan la suciedad resistente, aunque pueden endurecer el tejido. Un enjuague con sal ayuda a recuperar la suavidad, un método sencillo que devuelve una textura más agradable.

Ropa de cama de colores

Los juegos de cama de colores se mantienen mejor a unos 30 °C. Dar la vuelta a fundas de almohada y edredón antes del lavado protege los tonos y evita que se desgasten. Es un gesto simple que conserva la viveza de los tejidos durante más tiempo.

Tejido de toalla

Para toallas y ropa de cama de rizo, la temperatura no debe superar los 40 °C. Es preferible no usar suavizante, ya que puede apelmazar las fibras y reducir su esponjosidad natural.

Seda

La ropa de cama de seda necesita un cuidado especialmente delicado. La temperatura debe mantenerse por debajo de los 30 °C y los detergentes líquidos para prendas delicadas son la mejor opción. Si el tejido tiene bordados, un bolso de lavado ayuda a proteger las piezas durante el ciclo.

El principio esencial

Una regla básica cubre la mayoría de los casos: algodón y tejidos similares alrededor de 40 °C, ropa de cama de colores en agua fría, rizo a temperatura moderada, seda con un tratamiento muy delicado y ropa blanca de algodón o lino a temperaturas altas, con la opción de un enjuague con sal para suavizar las fibras.

Seguir estas recomendaciones permite que la ropa de cama se mantenga suave, luminosa y confortable durante muchas noches de buen descanso.