14 errores comunes en el dormitorio que perjudican un buen descanso
Descubre 14 errores de diseño en el dormitorio que afectan tu sueño y aprende cómo pequeños cambios pueden mejorar el descanso y crear un espacio más acogedor.
Generado por Dall-e
Por qué tu dormitorio podría estar afectando tu descanso
El dormitorio debería ser un refugio, un espacio para recuperar energías después de un día agotador. Sin embargo, ciertos objetos cotidianos generan un desorden visual que pasa desapercibido y mantiene la mente en alerta. Estos 14 elementos del interior merecen eliminarse o replantearse para lograr un sueño más profundo y despertares más ligeros.
Estación de carga
Tener el móvil a mano parece práctico, pero los cables, adaptadores y luces parpadeantes crean una sensación de caos. Los diseñadores aconsejan guardar los dispositivos en estuches o incluso llevarlos a otra habitación.
Demasiadas almohadas
Las almohadas decorativas aportan encanto, pero hay que retirarlas por la noche y acomodarlas de nuevo por la mañana. Una buena almohada de descanso suele ser suficiente; si surge la necesidad de una segunda, quizás la primera no sea la adecuada.
Cesto de ropa sucia
Un montón de prendas hace que la habitación se perciba al instante desordenada e impide que la mente se relaje. Es mejor mantener la ropa sucia fuera del dormitorio, ya sea en el baño o en un área de almacenamiento.
Colchón viejo
Después de 8–10 años, un colchón pierde su forma y puede albergar ácaros, lo que afecta tanto la calidad del sueño como la comodidad de la espalda.
Luz cenital intensa
Una lámpara instalada justo encima de la cama cansa la vista y dificulta el descanso. Dos lámparas de noche con luz suave y difusa crean un ambiente mucho más relajado.
Televisión
Ver series en la cama puede ser un hábito, pero la pantalla retrasa el sueño. Si no hay otra habitación disponible, conviene apagar el televisor al menos una hora antes de acostarse.
Cortinas muy finas
Las telas ligeras no bloquean la luz exterior. Cortinas más gruesas facilitan el descanso y aportan una sensación adicional de calidez.
Alfombra mal colocada
Una alfombra bajo la cama debe sobresalir entre 45 y 60 cm para que los pies caigan sobre una superficie cálida al levantarse, y no directamente sobre el suelo frío.
Fundas de almohada bordadas
Aunque los bordados resultan elegantes, pueden irritar la piel y dejar marcas. Las telas lisas, como el algodón o el satén, son una opción más cómoda.
Muebles demasiado combinados
Cuando el armario, la cómoda y la cama parecen sacados del mismo catálogo, la habitación pierde personalidad. Mezclar suavemente formas y tonos aporta más carácter al espacio.
Cama demasiado baja
Las camas bajas están de moda, pero no son muy prácticas. Las camas altas resultan más cómodas de usar y ofrecen espacio de almacenamiento debajo.
Cama sin cabecero
Un cabecero completa visualmente la habitación y protege la pared de manchas. Sin él, el dormitorio puede parecer inacabado.
Cama junto a una ventana o puerta
Para sentirse más seguro, es preferible colocar la cama contra una pared sólida. Así se mantiene la puerta a la vista y se evitan las corrientes de aire.
Mesilla abarrotada
Cuantos menos objetos haya junto a la cama, más fácil es desconectar. Mantén solo lo esencial: una lámpara, un libro y un vaso de agua.
Pequeños cambios pueden transformar por completo el ambiente del dormitorio. Eliminar lo que sobra y cuidar los detalles convierte poco a poco un espacio corriente en un lugar propicio para descansar de verdad.