16:17 25-08-2025

Cómo reparar un grifo que gotea: guía práctica en casa

Aprende a identificar el tipo de grifo, desmontarlo y cambiar juntas o cartuchos. Soluciona el goteo sin fontanero y ahorra agua con esta guía sencilla.

Escuchar el goteo persistente de un grifo no solo puede alterar los nervios, sino también reflejarse en la factura del agua. Diversas estimaciones señalan que incluso una fuga mínima puede significar la pérdida diaria de decenas de litros. Por eso, no conviene aplazar la solución: lo bueno es que, en la mayoría de los casos, es posible repararlo sin necesidad de llamar a un fontanero. El primer paso —entender con qué tipo de grifo estamos tratando.

Identificar el tipo de grifo

En casa, es común encontrar dos tipos de grifos:

El tipo de grifo determina el modo de desmontaje y qué piezas podrían requerir sustitución.

Herramientas y materiales necesarios

Antes de comenzar, conviene preparar lo esencial:

Si ya se sabe qué componente está dañado, es mejor tenerlo a mano. En caso contrario, se puede desmontar primero el grifo, identificar la pieza desgastada y llevarla como muestra a la tienda.

Cortar el agua: paso imprescindible

Antes de tocar el grifo, hay que cerrar la llave de paso. Por lo general, los grifos tienen válvulas de cierre debajo del lavabo; si no, será necesario cerrar el suministro desde el montante principal. Luego, basta con abrir el grifo para vaciar el agua residual.

Desmontar el grifo

El procedimiento varía según el diseño:

Durante el desmontaje, conviene prestar atención al orden y posición de las piezas para facilitar el montaje posterior.

Reemplazo de piezas desgastadas

Si el problema está en una junta dañada del grifo de válvula, se sustituye. También es recomendable revisar los anillos de sellado. En los monomando, normalmente se reemplaza todo el cartucho. Para ello, es útil conocer el modelo exacto o llevar el cartucho viejo a la tienda.

Antes de montar, se puede limpiar el interior de restos de cal y suciedad.

Montaje y prueba final

Una vez reemplazadas las piezas, se monta el grifo siguiendo el orden inverso. Se abre la llave de paso y se comprueba que no haya fugas. Si todo funciona correctamente, el trabajo está hecho.

Si el goteo persiste, puede tratarse de un problema mayor —fisuras en el cuerpo del grifo o roscas dañadas— y será necesaria una reparación más profunda o incluso el cambio completo del grifo.

Reparar un grifo que gotea no es tan complicado como parece. La mayoría de las veces, basta con cambiar una junta o un cartucho. Con algo de paciencia y cuidado, en menos de media hora se puede devolver la funcionalidad y prolongar la vida útil del grifo sin recurrir a un profesional.