16:38 15-09-2025
Limpia tu cocina con mostaza en polvo y sin químicos
© Dasha Sysoeva
Descubre cómo limpiar mandos, placa y salpicadero con mostaza, bicarbonato y lavavajillas. Una solución eficaz y natural contra la grasa incrustada en la cocina.
La cocina puede ser el corazón del hogar, pero basta con unas salpicaduras de grasa y restos incrustados para que pierda buena parte de su encanto. La buena noticia es que recuperar su aspecto reluciente no requiere productos industriales: con unos cuantos ingredientes básicos de despensa y un poco de técnica, el resultado está al alcance de cualquiera.
Mandos pegajosos: solución sin esfuerzo
Cuando la grasa seca se acumula en los mandos del horno o la estufa, el problema parece engorroso, pero tiene un arreglo sencillo. Con ayuda de un cuchillo, retira suavemente los mandos. Luego pon a hervir agua en una olla y añade dos cucharadas de mostaza en polvo. Deja los mandos sumergidos en esta mezcla durante 30 minutos. El remojo afloja la suciedad, facilitando la limpieza sin necesidad de frotar con fuerza.
Placa y salpicadero: una pasta casera que funciona
No hacen falta aerosoles especiales para eliminar la capa pegajosa que se forma sobre la placa de cocción y el salpicadero. Puedes preparar una pasta efectiva con:
- 2 cucharadas de mostaza en polvo
- 2 cucharadas de bicarbonato de sodio
- 2 cucharadas de detergente lavavajillas
Aplica esta mezcla sobre las zonas afectadas y déjala actuar entre 10 y 15 minutos. Después, enjuaga bien con agua tibia. Esta fórmula elimina los residuos sin dañar las superficies y sin dejar ese olor químico típico de los limpiadores agresivos.
La mostaza en polvo también limpia, no solo cocina
Además de su uso culinario, la mostaza en polvo tiene un buen desempeño en tareas de limpieza, especialmente contra la grasa. Sin embargo, puede resecar la piel, por lo que se recomienda usar guantes de goma al manipular soluciones o pastas que la contengan.
Una cocina limpia con pequeños cambios
Mantener la cocina luminosa y agradable no requiere grandes esfuerzos ni productos costosos. Con unos pocos ajustes en tu rutina y fórmulas caseras como estas, es posible conservar una superficie limpia, natural y siempre lista para cocinar.