16:35 09-09-2025

Cómo limpiar moldes y bandejas con sal o bicarbonato

Aprende a limpiar fácilmente bandejas y moldes de horno usando bicarbonato o sal gruesa. Soluciones naturales, efectivas y sin productos agresivos.

Quienes pasan tiempo en la cocina lo saben bien: bandejas y moldes salen del horno con una capa de grasa difícil de quitar y manchas que parecen haberse adherido para siempre. La tentación de recurrir a limpiadores químicos potentes es fuerte. Sin embargo, hay buenas noticias: existen métodos eficaces y suaves que permiten recuperar el brillo sin necesidad de productos agresivos.

Todo comienza con un básico de la despensa: el bicarbonato de sodio. Esta técnica es sencilla, no requiere artículos especiales y solo pide tres cosas: bicarbonato, agua hirviendo y algo de paciencia. Se trata de espolvorear el bicarbonato sobre las zonas sucias del recipiente, verter agua hirviendo encima hasta cubrirlo por completo y dejar reposar durante 20 minutos. Luego, basta con una esponja de cocina para retirar fácilmente los residuos que se han desprendido.

Si la suciedad está más incrustada, el aliado ideal es la sal gruesa, otro recurso natural que suele estar siempre a mano. El procedimiento cambia ligeramente, pero sigue siendo accesible: se cubre la superficie del molde con sal gruesa y se introduce en un horno precalentado a 100 °C. Cuando la sal empiece a dorarse, se apaga el horno. Tras el enfriamiento, se desecha la sal y se enjuaga el molde con agua y una esponja.

Estos pasos simples demuestran que no hacen falta productos abrasivos para mantener la limpieza y el buen estado de los utensilios de horneado. Además de cuidar los materiales, se ahorra dinero y se evita el contacto innecesario con sustancias potencialmente nocivas. Un gesto fácil, natural y efectivo para el cuidado diario en la cocina.