06:47 26-11-2025

Malasia y su monarquía rotativa: así eligen al rey

Descubre cómo Malasia elige a su rey con una monarquía rotativa única: votación entre sultanes, funciones del monarca y un mandato de cinco años y equilibrio.

Imagine un país donde el soberano no se elige por sangre ni por voto popular, sino entre monarcas en ejercicio y solo por un tiempo limitado. Como constató el sitio Turistas, este sistema no es una fantasía: funciona hoy en Malasia.

¿Quién gobierna Malasia?

Malasia es una federación de 13 estados, y nueve de ellos están encabezados por gobernantes hereditarios —sultanes y otros monarcas—. Ellos integran un consejo especial que decide quién será el rey de todo el país. El mandato no es vitalicio: dura cinco años, una rotación poco frecuente y sin verdadero equivalente en otros lugares.

¿Cómo se elige al rey?

Cada cinco años, los nueve monarcas se reúnen a puerta cerrada y, mediante votación secreta, eligen a quien asumirá el título supremo. Existe un orden de sucesión teórico, pero no es vinculante: un gobernante puede declinar o quedar fuera por circunstancias.

La elección más reciente llegó en enero de 2024, cuando el sultán de Johor, Ibrahim Iskandar, se convirtió en el 17.º jefe de Estado. Se le conoce por su afición a los autos de lujo, su interés por los negocios y una costumbre de hablar sin rodeos.

¿Qué hace el rey?

El rey de Malasia es algo más que una figura simbólica. Participa en ceremonias, firma las leyes y representa a la nación. Pero también ejerce poder real: nombra al primer ministro, disuelve el Parlamento y concede indultos.

Esa autoridad pesa sobre todo cuando la política se encuentra revuelta, pues el rey tiene la última palabra sobre quién recibe el encargo de formar gobierno.

¿Por qué tener un sistema así?

La rotación construye equilibrio: cada sultán sabe que el puesto más alto está a su alcance, lo que ayuda a mantener el respeto mutuo entre estados y sus culturas diversas. Un mandato de cinco años actúa como un reinicio interno: el poder no se concentra en unas solas manos.

¿Tiene desventajas?

Cinco años es un periodo considerable, aunque no siempre alcanza para proyectos de largo aliento. Y surgen imprevistos: a veces un rey deja el cargo antes de tiempo por motivos de salud o por decisión personal. Esos casos se han dado, aunque la información pública al respecto es escasa.

¿Es un modelo único?

Sí. Ningún otro país emplea una monarquía rotativa de este tipo. En otros lugares los tronos se heredan automáticamente o los monarcas cumplen funciones principalmente ceremoniales. En Malasia, el esquema se mantiene operativo y flexible.

¿Qué le espera a este modelo?

Por ahora, el sistema luce resistente, aunque su futuro se irá moldeando por múltiples fuerzas: pruebas políticas, el empuje de las redes sociales y cambios en el sentir público. Resulta claro que la idea de la rotación ha demostrado su utilidad y, dentro de cinco años, el título podría recaer con la misma facilidad en un candidato que pocos anticipan.