18:27 24-11-2025

Yarlung Tsangpo: el cañón más profundo del planeta

Descubre el cañón del Yarlung Tsangpo en el Tíbet: el más profundo del planeta. Origen del Brahmaputra, su Gran Curva, retos extremos y futuro hidroeléctrico.

Durante siglos, los tibetanos se resistieron a dejar entrar forasteros en uno de los valles más resguardados del planeta. Allí, entre las cordilleras más altas de la Tierra, un río que después sería apodado el Everest de los ríos se abrió paso a la fuerza por el Himalaya y talló un tajo de piedra descomunal: el cañón del Yarlung Tsangpo.

El acceso sigue siendo restringido incluso hoy, pero hay algo indiscutible: es el cañón terrestre más profundo del planeta, encajado en los bordes de la meseta tibetana. Cuesta no percibir al río como el protagonista silencioso de la región.

Río sagrado del Alto Valle

El nombre Yarlung Tsangpo puede sonar inusual, pero sus sentidos dicen mucho: Río puro del Alto Valle o Río que desciende del cielo. Se trata del curso alto del Brahmaputra, uno de los grandes ríos del sur de Asia. Nace a casi cinco mil metros, donde dos lenguas heladas se funden en una sola. Desde allí corre por el flanco norte del Himalaya, sumando deshielos, lluvias estivales y un fino polvillo rocoso: el abrasivo natural que más adelante será decisivo.

Pulso contra las montañas

Durante un largo tramo, el Brahmaputra avanza en paralelo al Himalaya hasta toparse con una muralla que se eleva hasta los siete mil metros. El dilema es tajante: rodearla o atravesarla. El río elige lo segundo. Como un ariete, perfora el macizo y abre portillos estrechos donde toma forma el cañón de récord. Allí el agua describe un viraje brusco en torno al Namcha Barwa: es el meandro conocido como la Gran Curva del Yarlung Tsangpo.

Un cañón más profundo que cualquier otro

El cañón se prolonga por más de 500 kilómetros. En algunos puntos, sus paredes se alzan casi seis kilómetros sobre el cauce. La profundidad media es menor, pero la escala cuesta imaginarla.

La cota del fondo oscila entre unos 2.900 y 600 metros, y en ciertos tramos el río se precipita en una sucesión rápida de saltos. Que los primeros kayakistas autorizados en la década de 1990 regresaran conmocionados no sorprendió a nadie. La primera expedición en la que todos sus integrantes volvieron con vida fue en 2002.

Por qué el río se impuso a las montañas

Los científicos señalan varias razones para explicar la tenacidad del Brahmaputra.

Sobre todo, fue un proceso sin prisas. A medida que el Himalaya ascendía, el río seguía cortando, sin permitir que la roca nueva cerrara su camino.

Una tierra custodiada

Los habitantes del lugar han considerado este paraje sagrado desde hace mucho tiempo, en especial dos cascadas: Rainbow (21 m) y Hidden Falls (30 m). Trataron de mantenerlas ocultas cuanto pudieron, y no sin motivo: un terreno tan inaccesible suele atraer miradas insistentes. Hoy China contempla el área del cañón para un gran proyecto hidroeléctrico. Según informes, ya han comenzado trabajos preparatorios. Cómo evolucione esta historia queda por verse.

¿Cañón o desfiladero: cuál es la diferencia?

Los geólogos debaten sobre ello desde hace años. Una definición sostiene que un cañón es un valle casi por completo ocupado por el río; un desfiladero sería más ancho, con espacio para el río, una carretera e incluso una aldea. Otra pone el foco en las paredes: las de un cañón deberían ser casi verticales. Con ese criterio, el Gran Cañón retiene la corona. En profundidad estricta, sin embargo, el Yarlung Tsangpo lo supera de largo.

El río donde todo empieza

Muy arriba, en el Tíbet, el Yarlung Tsangpo nace como una pequeña lengua de hielo. Cuando ya se convierte en el Brahmaputra, ha labrado un corredor más profundo que cualquier otro valle de la Tierra. Para las comunidades de la zona, el río parece recordar desde hace tiempo que hasta los obstáculos más duros ceden ante la constancia, y que donde se abre una grieta, la vida termina por abrirse paso.